Confesion de Fe de Westminster 1643-1648
El 12 de junio de 1643 el Parlamento inglés acordó “convocar una Asamblea de teólogos y laicos para consultarla sobre la manera de asentar las bases del gobierno y liturgia de la Iglesia de Inglaterra, y para purificar la doctrina de errores y falsas interpretaciones”. La convocatoria incluyó personajes de diversas tendencias eclesiólogicas (Episcopales, Presbiterianos, Independientes y Erastianos) si bien la composición final de la asamblea fue mayoritariamente presbiteriana.
La confesión de Fe quedó definitivamente redactada el 29 de abril de 1647, fecha en que fue remitida al Parlamento. En los doce meses siguientes se redactaron los dos Catecismos (Menor y Mayor), y el 13 de octubre de 1647 el llamado Largo Parlamento estableció a la Iglesia presbiteriana como iglesia oficial de Inglaterra, si bien a modo experimental y por muy poco tiempo, pues Cronwell suprimió los Presbiterios y Sínodos. Por otra parte, tras la Restauración, los ministros puritanos rehusaron aceptar el “Acta de Uniformidad” promulgada por Carlos II en 1662, perdiendo sus cargos por ello.
La confesión de Fe de Westminster ha quedado como documento confesional de todas las iglesias Presbiterianas, aunque preciso es resaltar las modificaciones introducidas por la Asamblea General de 1789 de la iglesia Presbiteriana en EEUU, variando el capítulo 20, Art. IV, el capítulo 23, Art.III, y el capítulo 31, Art. I. Estas modificaciones se refieren al papel que deben desempeñar los gobernantes civiles en materias eclesiásticas. No ha en la Confesión de Fe de Westminster tendencias erastianas, pero a los ojos de la joven democracia norteamericana, la posibilidad de una intromisión de las autoridades civiles en materias religiosas, era de todo punto inaceptable.
Las doctrinas reformadas se formularon en otras confesiones además de la de Westminster. Poco antes de publicarse ésta, los Bautistas de persuasión Calvinista (también llamados Bautistas Particulares) publicaron su propia confesión, en 1644, que fue conocida por el nombre de “Confesión de Londres”, y que fue revisada en 1651.
Los Congregacionalistas, en la Conferencia de Saboya (1658) adoptaron la Confesión de Fe de Westminster con algunas modificaciones. En 1677 los Bautistas Particulares rehicieron su Confesión sobre la base de la de Westminster, introduciendo algunos cambios en artículos sobre la iglesia, las ordenanzas y los magistrados civiles. Esta Confesión se conoce con el nombre de Segunda Confesión de Londres, y se convirtió, a partir de 1689 en la confesión definitiva de los Bautistas de teología Calvinista.
Una derivación de esta última confesión apareció en Estados Unidos cuando la Asociación Bautista de Filadelfia confirmó, en 1724, su adhesión a la versión de 1689. Tras unas pequeñas modificaciones realizadas en 1742, los Bautistas norteamericanos la adoptaron formalmente. Esta Confesión se conoce por el nombre de “Confesión de Filadelfia”.
Como puede verse, no han faltado expresiones confesionales de la misma fe reformada que la Confesión de Fe de Westminster nos presenta. Las iglesias cristianas del siglo XVII comprendieron la necesidad de recopilar en un documento las líneas maestras de su fe, y ciertamente lo hicieron con singular destreza y fidelidad.
La fidelidad bíblica y el rigor teológico de esta Confesión son muy de tener en cuenta en tiempos que, como los nuestros, escoran peligrosamente hacia el relativismo y el pragmatismo. Quiera el Todopoderoso y Soberano Señor usarla para su gloria.